Las escuelas juegan un rol clave para el aprendizaje de la escritura no solo por ser espacio para su enseñanza, sino también porque la escuela es un espacio para la cultura letrada en donde circulan diversas concepciones y funciones de lo escrito. En consideración de esta importancia, a lo largo de esta investigación se estudian escuelas de alto rendimiento en el SIMCE 2013, con el objetivo de desarrollar un análisis multifactorial de los resultados de la primera evaluación censal de escritura en relación con diversas dimensiones de esta competencia. Al mismo tiempo, se busca identificar buenas prácticas de enseñanza que sirvan de modelo a docentes y establecimientos escolares.
Se utilizó un enfoque complejo de la escritura en tanto que competencia y en relación con el contexto sociocultural. Por medio de modelos multinivel se identificaron seis escuelas que agregaban valor a los resultados de los alumnos. Allí se estudiaron las prácticas de enseñanza, concepciones y cultura en torno a la escritura mediante entrevistas a docentes y directivos, observación de clases, grupos focales con niños y análisis de sus escritos.
Los resultados indican que, en estas escuelas los directores son figuras de liderazgo, con altas expectativas sobre el aprendizaje. Los profesores también tienen altas expectativas respecto de todos sus alumnos y generan ambientes positivos en el aula. Por otra parte, hay gran distancia entre las actividades que los niños desarrollan en el aula y en el hogar. Estos resultados subrayan la importancia de mejorar el diálogo entre las prácticas personales de escritura de los niños y las estrategias didácticas. Al ignorar las primeras, los docentes pierden oportunidades claves para una enseñanza de la escritura con mayor sentido para los alumnos que la posicione pedagógicamente no solo como una técnica a dominar, sino también como una cultura de la cual participar.